La esmeralda
Santa Hildegarda describe poéticamente la formación de la esmeralda en el primer capítulo de la Physica dedicado a las piedras: «Se forma de madrugada y al amanecer, cuando el aire está todavía frío y el sol ya calienta».
Santa Hildegarda habla de las muchas virtudes de la esmeralda, cada una de las cuales corresponde a un uso particular. Para elegir la piedra adecuada, es importante saber antes qué uso quieres darle. Por ejemplo, para llevárselo a la boca o para hacer vino de esmeralda, es mejor utilizar una piedra rodada. Para otras aplicaciones, se puede optar por collares o pendientes.