El diamante

Santa Hildegarda describe poéticamente su formación: «Los diamantes se forman en ciertas montañas de la parte sur, que son, por así decirlo, viscosas. Se forman en el interior de esta masa como si se tratara de un corazón todopoderoso. Y, como es sólido y duro, hace estallar la masa que lo rodea antes de crecer, y luego cae al agua como una peonza». (Physica, cap. XVII)

Santa Hildegarda da varios consejos sobre el uso y las virtudes del diamante, que se utiliza entre otras cosas para alejar la maldad o la mentira de la propia boca. Se trata de llevarse el diamante a la boca, o de hacer agua o vino de diamante. Para el primer uso, la piedra en bruto o el pendiente pueden ser adecuados, para el segundo uso es mejor utilizar una piedra en bruto.

DIAMANTE

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